El mundo ya no es como el de antes...

No solamente la renta del aguardiente es defraudador con el común guarapo de Sopetrán que se acostumbra y conserva en una u otra casas, sino también aquellos individuos… aunque sean pobres y miserables no les falta arbitrio tomando, lo primero para la mucha cantidad que por un medio de real, por lo menos, decir tres botellas, y lo segundo por los que no tienen con qué comprarlo se asocian y acompañan con aquellos que tienen, y logran saciar su vicio y sostenerlo…
Son jornaleros que en el guarapo viven entregados al ocio, y en todo olvidados de sus mugeres, é hijos, y demás…
En donde se notan tales tabernas, no faltan alborotos, riñas, habladurías ó seusraciones contra cualquiera Señoras; efectos de que luego se cargan bien las cabezas, i tan rabiosas y dañosas bebidas, se les trastorna el juicio y la solictan en la casa de Vicente, y viven con riesgo evidente de perder la vida porque es indispensable pasar la quebrada sopetrana… Dios no lo quiera les suceda… sino que el camino es muy despeñado, i si alguno es despedido, sólo de milagro no morirá.

(Archivo Histórico de Antioquia, Sección colonia).

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